Hija, hola, besos;
Confío recibirás esta carta,
Escrita con mis viejas manos,
Disculpa la letra, he perdido la práctica.
Deseo que compartamos,
A través del papel,
Hoy lo toco yo,
Y escribo cada letra primo
Para que las recibas como caricias
Sos la hija que tanto quisimos
conocer,
Sos la esperanza
Que tanto quisimos recibir.
Limpio las lágrimas en este papel,
Que sean de alegría,
Y cuando te reciban,
Que sean de emoción.
Derramo las lágrimas sobre estas palabras,
Cuando, por fin te vean,
Se conviertan en besos,
en todos esos, que te quise dar.
Siempre lo quise todo;
Y todo era una familia,
En una casa llena de risas y enredos,
Como las casas que crecí amando.
Hoy tengo la casa más grande,
Y he preparado todo, pero aún no llegas,
Que vacía me parece,
Aún la habitación más pequeña.
Acá te adjunto
Unas fotografías
Sí, somos nosotros
Tu familia.
Nos morimos por conocerte,
Hoy, mañana, ya,
Algún día,
O cualquier día que te quede mejor
Esa es mamá,
Ella es mi consentida,
Siempre imaginé,
Que la chinearía embarazada.
Cada mes le beso el vientre,
Esperando un milagro,
Nunca falló,
Pero tampoco fallan sus defensas,
Aún sigo esperando,
Poder sentirte dentro suyo;
Estoy listo para que empieces a patear,
Cualquiera de estos días.
Estoy listo para que llegues,
Sin anunciar,
Y enamorarme,
Una vez más.
Estoy listo para ser papá,
Y verte crecer,
Igual a tu madre
Morenita y de pelo lacio.
Imagino que serás, tan bella como ella
con sus ojos oscuros,
como esta noche,
(que me inspira a escribirte).
Ahí encontrarás también,
Otras fotos,
Son del resto de la familia,
Para que veas la comitiva que te tenemos.
Y no sabes lo que me ha costado,
Preparar todo esto,
Con tecnología de antaño,
Para garantizar que perdure,
Hasta llegar a tus manos.
Esos son tus tíos y tus abuelos
Estoy seguro que se mueren
De ganas por conocerte,
Igual que nosotros.
Cada día somos menos,
Y nuestros apellidos,
Que alguna vez parecían marcas indelebles,
Hoy se borran con el paso del tiempo.
Antes fuimos una tribu,
Y hasta una nación
Pero ya hoy regresamos al principio,
Tan sólo somos unos cuántos.
Estamos viejos y aburridos,
Hacen falta unas lágrimas de niño,
Para despertar esta casa.
Estamos viejos y aburridos,
Hacen falta unas risas de niño,
Para animar esta casa.
Le he pedido a tu madre,
Que usara labial,
por una vez en su vida;
Y besará el reverso de esta página.
Y yo por mi parte,
la he rociado con mi colonia,
Espero ,
Que te huela mi fragancia.
Perdóname hija
Por todas esas noches que no te arrope,
Y por esos días que no te calenté.
De verdad, que quise hacerlo
Y estar ahí, a todo momento
Con el chocolate caliente,
Y un abrazo listo.
(Que mamá no sepa,
Que yo te consiento tanto).
Perdón
Por no irte a recoger,
A tu primer salida.
Perdón,
Por tampoco estar ahí
Cuando tus amigos llegaban.
Hay tantos momentos,
Que me he imaginado,
Los he deseado,
s
Y ahora vivo,
Mirando dentro de mi cabeza,
Tal vez, encuentre por ahí
Recuerdos de tu futuro.
Tal vez, encuentre por ahí,
Una razón,
Por la que aún,
No te he podido conocer.
Dónde quiera que encuentres esta carta,
Tan sólo recuerda,
Que papá te ama.
Esto es para compartirlo: